Cuando la opción es ser fuerte, el arte de vencer las grandes dificultades se estudia y adquiere con la costumbre de afrontar las pequeñas. No es la fuerza de la gota de agua la que perfora la roca, sino su constancia. De la misma manera, cada pequeño problema no resuelto, cada pequeña frustración no gestionada y cada pequeño conflicto no afrontado, van socavando nuestro bienestar y entorno.