“Yo confieso”, aparte de una gran película de HITCHCOCK es una forma de iniciar el presente comentario. Yo confieso que tengo adicción por el western y por el cine negro, aquel en el que la vida se nos aparece confusa, poco clara. Y es que la vida real, lo supe mucho después, resulta nada nítida, y ambigua a más no poder. Y lo soy desde que en mi adolescencia ví “Forajidos”, un film basado en una narración corta de Hemingway, y que se iniciaba con la ejecución de “el sueco” a cargo de dos pistoleros. A partir de ahí, la reconstrucción del crimen a base de una serie de flash-backs que permitían aclarar lo sucedido. El azar y el amor ciego por una mujer que le engaña, son los factores que aclaran la muerte del “sueco” y del protagonista de “Retorno al pasado”. Ava Gardner en “Forajidos” fue la primera de aquellas mujeres fatales que descubrí tan típicas del género y que fueron capaces con sus maneras de quitar las telarañas a una mojigata e hipócrita sociedad. Cuando repaso la lista de estas mujeres: L. Turner en “El cartero siempre llama dos veces”, G.Grahame en “Deseos humanos”, J. Craine en “El cielo la juzgue”…creo que ninguna supera a J.Green, protagonista de “Retorno al pasado”: traicionera, calculadora, fría y tramposa pero de apariencia frágil y vulnerable, que encarna a la perfección el tipo de mujer fatal, aquella que según J.L.Garci que lleva “Mayo en la mirada y Enero en el corazón”. Este personaje junto con el detective, los rudos sargentos de policía, los politicastros, los empresarios corruptos, personajes que no dejan de beber y fumar, las oscuras y húmedas calles…..son rasgos constantes en el género del cine negro, cuya eclosión, maduración y agonía se produjo desde los años 40 a los 60 y que dio en un corto espacio de tiempo unas obras que me fascinaron cuando las ví y siguen haciéndolo todavía hoy: “Perdición”, “Laura”, “Los sobornados”…
El contexto político-social fue clave para la aparición de estas películas que de algún modo muestran el sueño americano a través de un vidrio oscuro, como clave fue también la aparición de una serie de novelistas, que con sus obras, verdaderas joyas literarias sirvieron de sustrato para numerosas películas: Hammett, Chandler, Cain….y G.Homes, autor de “Eleven mi horca” que dio lugar a “Retorno al pasado”. La novela constituye la base narrativa sobre la que el propio novelista costruirá el guión definitivo de la obra que resume y condensa de manera absoluta los procedimientos narrativos y estilísticos del cine negro.
La película se encomendó a J.Tourneur, director de origen francés. Uno de tantos realizadores de aquella época: Wellman, Curtiz….menospreciados por determinada crítica y que han dejado obras memorables como “Beau Gest” (Wellman), “Casablanca”(Curtiz).
Al igual que sucedía en “Forajidos” el protagonista Jeff (R.Mitchum) se oculta de su pasado trabajando en una desvencijada gasolinera de un pequeño pueblo. El azar, el destino, hará que la vida anónima que había decidido llevar se tuerza, de esa forma el pasado se infiltra en el presente y va a desbaratar el sueño del protagonista. Poco después se inicia un flas-back (rasgo de este género, como lo es la voz en off) que ocupa casi un tercio de la película y que consiste en la confesión de Jeff a su novia, camino de un reencuentro más peligroso de lo que esperaba y que encaja con la resignación que le infunde el sentimiento de que es algo inevitable, que un día u otro, tarde o temprano, tenía que suceder.
El largo flas-back incluye las mejores secuencias del film, dignas de figurar en una antología del mejor cine, como la del primer encuentro con ella en el café La Mar Azul en el que ella entra a contraluz con la calle intensamente iluminada y el interior oscuro. A partir de ese momento toda su relación se desarrolla entre luces y sombras (excelente la fotografía de Musuraca), otra constante de ese cine en contraste con el cielo despejado y la naturaleza del pueblo donde está su gasolinera y Ann, su novia. Esa iluminación de claroscuros ayuda a intensificar la tensión dramática como sucede en la secuencia de la casa que tiene Kathie en Acapulco.
La película como no podía ser menos en el cine negro cuenta una historia compleja, intencionadamente confusa, romántica y trágica, dotada de unos diálogos concisos y lacónicos y una construcción minuciosamente cuidada que dosifica hábilmente lo que sabe cada personaje y lo que conocemos los espectadores. A través de su espléndida atmósfera nos habla de los males que afectan a una sociedad convulsa y enferma en la que la línea entre el bien y el mal aparece difuninada. Una historia en la que el engaño es el protagonista incluso en la secuencia final en la que el sordomudo le dice a Ann lo que ella quiere oir. Cada uno vive con sus mentiras porque, tal vez, no hay otra forma de vivir.
Uno de mis problemas, como ya he escrito otras veces es que el cine que me gusta ya se ha hecho. Muchas de las obras de Ford, Hawks, Renoir, Rossellini….son Arte, y como el verdadero Arte, no dan respuestas ni soluciones pero nos abren infinidad de caminos y siempre son actuales, como lo es “Retorno al pasado” y otras películas del cine negro porque en el mundo nunca dejará de haber crisis sociales y personales y como alguien dijo, en una película de este género, por supuesto: “El café nunca sabe tan bien como huele. Cuando envejezcas, comprobarás que la vida es como el café: el aroma es mejor que la realidad”.
Por Jaime LLabrés Carbonell